UN ALTO EN EL CAMINO

Dr. Carlos G. Jaime M.

DE DIDEROT Y D ́ALEMBERT, A GOOGLE

(Hoy inteligencia artificial)

Los enciclopedistas fueron unos intelectuales franceses -médicos, filósofos,

juristas, teólogos, lingüistas y artistas- que colaboraron en el siglo XVII -(1771-

1772)-, en la elaboración de la “Encyclopédie dictionnarie raisonné des sciences,

des arts et des metiérs”, bajo la dirección de Denis Diderot y D ́Alembert, que

representó el mayor esfuerzo de cooperación de su época, de unas 160 personas

que fueron conocidos como “Les encyclopédistes”, descrito por Diderot como:”

Ocupado cada cual de su parte, unidos por el interés general del género humano, y

por un sentimiento de recíproca benevolencia”.

El texto original constaba de 28 volúmenes con 71.818 artículos y 3.129

ilustraciones, y entre sus colaboradores más conocidos estaban por supuesto

Diderot, Jean le Rond D ́Alembert, André le Breton, Louis Jean Marie Daubenton,

Paul D ́Holbach, Louis de Jaucort, Jean Jacques Rosseau, Anne Robert Jacques

Turgot-barón de laune, Francois Arouet, mejor conocido como Voltaire, así como

también Montesquié y Francois Quesnay. Igualmente hubo autores que no

quisieron que sus nombres y/o contribuciones se hicieran públicos, manteniendo

el anonimato. Así entonces la obra tenía como finalidad demagógica conservar y

trasmitir el conocimiento tratando de alcanzar la luz del razonamiento, y combatir

la superstición que campeaba por sus respetos en aquella época.

Entre otros objetivos estaba promover el conocimiento como medio que impulsara

la sociedad de entonces hacia la modernidad, habida cuenta que en el saber está

la base del progreso social, y para ello también aprovecharon la difusión de ideas

democráticas criticando el orden social de aquella época, porque la ilustración

concebía el conocimiento como un derecho democrático que debería estar a la

disposición o alcance de cualquier persona, en contraposición con la costumbre

medieval que el tener conocimiento era primacía de las clases dirigentes, y como

ejemplo de esa idea de democratizarlo, fue Voltaire defensor a ultranza de la

libertad de expresión, pilar fundamental del desarrollo intelectual y por

consiguiente él social.

En el siglo XX nace internet por allá en los 60 en plena guerra fría, ya que los EE. UU

crearon una red de uso exclusivamente militar basados en el hipotético caso que

los rusos pudieran acceder a información militar, y para 1969 aparece ARPANET. A

partir de entonces, habida cuenta que ya existía tecnología que permitía la

conexión mundial entre computadores, se fue conformando un sistema de

comunicaciones a nivel global, y para 1991 se introduce la World Wide Web, que

en el 92 tenía un millón de computadoras conectadas, y para los 2005 100 millones

de usuarios, que actualmente deben ser tres o cuatro veces más esa cifra.

En 1995 se conocen en la universidad de Stanford Larry Page y Sergey Brin, y

trabajando en el dormitorio de la universidad crearon un motor de búsqueda que

utilizaba los vínculos para determinar la importancia de páginas individuales en la

WWW llamándolo Backrub, pero poco después lo cambian a Google, proveniente

del término googol acuñado por el matemático Milton Sirota, refiriéndose al

número 1 seguido de 100 ceros, dando inicio al buscador más conocido en el

mundo conformando una gran y valiosa empresa que tiene hoy más de 60.000

empleados en 50 países, ofreciendo productos como You Tube, y Gmail, para citar

los más emblemáticos.

Wikipedia nace el 15 de enero del 2001 fundada por Jimbo Wales y Larry Sanger,

ambos filósofos, primeramente editada en idioma inglés, en marzo en alemán, y

en el 2004 en 105 idiomas, siendo la primera enciclopedia virtual de libre acceso y

edición como la mayor obra de conocimiento colectivo hasta el presente.

Indiscutiblemente todo proyecto es objeto de críticas y Wikipedia no ha escapado

a ello, sin embargo, continúa como el proyecto de conocimiento colaborativo más

utilizado, siendo la décima cuarta página más frecuentada con una media de 21

millones de visitas mensuales con 300.000 editores activos, y 82 millones de

usuarios registrados.

Hay indudablemente otras páginas virtuales que sirven a los intereses particulares

de los usuarios, ya sean de índole científica, técnica literaria, arte e incluso religiosa,

y la crítica que más se le hace, es que estas páginas virtuales irán a remplazar a los

libros, cosa que todavía se ve muy lejana según algunos, e igualmente piensa este

servidor, porque no hay cosa más agradable que repantigarse en un cómodo sillón

y abrir un libro.

Dicha crítica nace porque muchas enciclopedias están pasando de ediciones

impresas, por razones de costo, a ediciones digitales. Como la Británica en el 2014,

aunque el mismo Wales no cree que estas páginas remplacen a los libros, y antes

bien los complementan, porque hay conceptos principistas que no tienen

remplazo, pero también enfrenta a dos grandes retos: (1) Seguir animando a los

usuarios para que cada vez haya más “enciclopedistas”, y (2) Mantener su

“neutralidad” moderando su contenido mediante debates internos.

Debo aclarar que desde que descubrí estas páginas me he vuelto usuario

permanente, habida cuenta que solo tengo que hacer una pregunta con precisión

para que de inmediato se descargue un montón de información de varios autores,

lo que obviamente debo analizar con sentido crítico para organizar mis ideas y

elaborar mi trabajo intelectual. Pero también me preocupa que las nuevas

generaciones en vez de investigar y analizar, pierdan miserablemente el tiempo en

distracciones fútiles, como juegos y malos chistes de los llamados influencer, la

mayoría cargados de mediocridad, y cuando se ven obligados a elaborar una tarea

se contentan con copie y pegue, pero también son tan perezosos y descuidados,

que no se percatan que sus profesores se dan cuenta de inmediato.

Otro problema adicional es el llamado chat GPT-3 que ya va por la versión 5 con

más de más de 175 millones de parámetros permitiendo realizar tareas con

relación al lenguaje, desde la traducción hasta las generaciones de texto, y para ello

utiliza una red neuronal generando un texto en forma de conversación en tiempo

real, que es prácticamente un robot virtual (Chatbot) que responde preguntas y

puede realizar tareas escritas, además conversa con fluidez permitiendo

adicionalmente la creación de imágenes disponible en 100 idiomas, aunque con el

que mejor funciona es el inglés.

Por supuesto como toda nuevo avance científico-tecnológico ha despertado

alarmas, suspicacias y falsas expectativas; por ejemplo en medicina por ahora

facilita el acceso a la información en fracciones de segundos, ayudando a algunos

especialistas analizar los resultados de algunas exploraciones como

electrocardiogramas por ejemplo, descartando los normales y advirtiendo

mediante una alarma al cardiólogo en este caso, que uno de sus pacientes tiene

problemas para que se comunique con él, induciendo al paciente que se traslade

al consultorio del médico o a la emergencia. Así probablemente podrán aparecer

otras aplicaciones a medida que se avance, por cierto los israelitas la están

aplicando en los estudios histopatológicos facilitando la exploración del campo

microscópico, mediante algoritmos que detectan mucho más rápido que el ojo

humano, células anormales orientando al patologo.

Una de las áreas donde se presume que se van a presentar problemas es en el

sector educativo, por la tentación entre los educandos de utilizar este programa

para encontrar sin mayor esfuerzo investigativo respuestas para sus tareas, lo que

conspira arteramente con el proceso de aprendizaje, y aunque en Nueva York fue

prohibido un mes después de su aparición, la experiencia histórica ha demostrado

que las prácticas prohibitivas nunca han funcionado, y por ello la compañía Open

A1 está trabajando en una especie de marca para identificar con bastante precisión,

que el contenido es producto de un chatbot.

Como toda iniciativa o invento humano puede usarse para el bien o para mal, y

pongo como ejemplo la dinamita que Alfred Nobel inventó para actividades

ingenieriles como la voladura de rocas, que luego los militares la mejoraron como

arma explosiva. Es por eso que Martha Gabriel, autora del libro “Inteligencia

artificial del cero al metaverso”, afirma que habrá que adaptarse a los nuevos

tiempos, puesto que lo que marca la diferencia ya no son las respuestas sino las

preguntas, ya que para saber cómo preguntar, hay que pensar críticamente.

Igualmente piensa Yuri Lima investigador de la universidad de Rio Janeiro, quien

comenta:” La enseñanza necesita adaptarse de modo que estimule el aprendizaje,

de manera que se reconozca al estudiante como un Cyborg integrado a las nuevas

tecnologías”.

Por lo tanto, a los docentes se les exigirá saber utilizar estas nuevas técnicas y

utilizarlas en su labor diaria, especialmente cuando las tareas, actividades y

proyectos se tornan cada vez más complejos, porque en el mundo en el que viven

los chamos de ahora, pareciera que nacen con un chip que les facilita usar estas

innovaciones tecnológicas sin el mayor esfuerzo, como al que nos ha significado a

nosotros los “tecnosaurios”, aprender utilizar estas nuevas herramientas

tecnológicas.

Algunos como Machado Díaz, manifiestan que la creatividad surge de

combinaciones que son a la vez inusuales y relevantes, y aunque algunos piensan

que los algoritmos, que no son más que dispositivos matemáticos para generar

combinaciones puede suceder que el impulso creativo se reduzca, pero también

por otro lado, a medida que los algoritmos realicen una tarea es posible que

pudiesen generar patrones que por ahora no nos imaginamos, permitiendo

expandir nuestra comprensión para hacer neocombinaciones, o lo que es mismo

incrementar nuestra propia creatividad.

Martha Gabriel piensa similarmente, en el sentido que la tecnología factiblemente

puede ser usada como herramienta para ampliar nuestra intelectualidad, habida

cuenta que podemos probar en muy corto tiempo teorías e hipótesis, o formatos

que pueden refinar el contexto hipotético, y por ende mejorar y hacer más precisas

nuestras preguntas, pero sin embargo podrían ser una amenaza para aquellos que

se dispongan a usar a ciegas estos sistemas sin pensamiento crítico, ausentes de

preceptos morales y éticos, lo que no solo sería un riesgo personal sino además

colectivo para la humanidad en general.

Finalizo con las leyes de la robótica que se aplican a la inteligencia artificial, que

fueron establecidas por Isaac Asimov ruso naturalizado norteamericano profesor

de bioquímica en la facultad de medicina de Boston, descritas en su libro de ciencia

ficción, “Yo Robot” publicado en 1950

COLOFON:” Las tres leyes fundamentales de la robótica: (1) Un robot no puede

hacerle daño a un ser humano o, por su inanición dejar que sufra daño. (2) Un robot

debe obedecer órdenes que les son dadas por un humano, excepto cuando esta

ordenes se oponen a la primera ley. (3) Un robot puede proteger su propia

existencia, Hasta que esta protección no entre en conflicto con la primera o segunda

ley”.

Sábado 9 de septiembre del 2023